Cuando la democracia da miedo
Es el mes que marca el inicio del otoño, pero también el que establece la sustitución de los representantes estudiantiles a lo largo de toda la jurisprudencia universitaria como dicen los estatutos generales de una organización que nació para eliminar las practicas viciadas de su predecesora, la FEG, pero que quien la compone no es mas que una logia de personas que no entendieron que el debate y la impulsión de ideas sirve mas en tiempos contemporáneos que las macanas y las encerronas.
Día quince del mes que se describe, de un año que muchos no queremos recordar pero que es inefable a la historia de la quinta preparatoria de la Universidad de Guadalajara; en el aire se huele una tranquilidad áspera, el ambiente se ve involucrado por antecedentes que enmarcan tensión.
*
Minutos después de pasadas las 12 de la tarde, en un turno ajeno a la naturaleza del vespertino, se declara ganadora a la candidata de “los rojos” quien seria la primera presidenta de esa preparatoria en un turno donde el machismo de los antecesores habían mermado la representación de los cerca de dos mil integrantes estudiantiles que atiborran las 32 aulas del plantel educativo.
Flash Back. Fiestas derivadas de persecuciones mercadotécnicas a escolares, ganancias generosas donde los bolsillos de los presidentes y de su comitiva se hinchaban de papel moneda sin que nadie supiera donde paraba su dinero, suspensión de clases, trafico de calificaciones, uso mal intencionado de un salón al que le apodaban “el cuartito del comité” que servia como el mas pueril de los moteles de paso, elitismo puro para poder entrar a tan semejante barbarismo dentro de una institución educativa donde las sociedades de alumnos se asemejaban mas a una organización secreta donde los rufianes sí existen, organización encarnada en los cerca de diez años que tenia esa expresión denominada identidad dentro de la preparatoria No. 5.
*
Las miradas fulminan a cada uno de los candidatos, los atosigan, su privacidad la cambiaron por popularidad, las cámaras se vuelcan ante ellos pero más sobre sus equipos, están dispuestos a denunciar con pruebas en la mano cualquier intento de trampa; ni regalar playeras, ni tratar de comprar votos como en antaño estaba permitido, pues según la Federación de Estudiantes Universitarios, hoy se vota por propuesta y no a cambio de dadivas.
No se recuerda a nadie de los votantes que hubiera cuestionado alguna propuesta, ni los comos ni los porqués, más al contrario, aun zumban en los oídos el vota por mi amigo que al cabo es el mas desmadroso.
Tres días antes, el trío de candidatos registrados ejercían su liderazgo, es decir, hacían lo mejor que saben hacer, esbozar una sonrisa, atender el buenas tardes, militarizar con discursos y arengas a sus lacayos, visitar cada una de las aulas, y sobre todo, ausentarse de sus clases para intentar ser el representante de los que se quedan queriendo aprender.
Sin muchas sorpresas todo parece andar como de costumbre, unos cuantos gritos a medida que pasan las horas, las porras que alientan al compañero y que desfasan al contrincante, las playeras de colores rojas y naranjas que identifican a cada quien, unos con las mismas propuestas que los otros pero con diferencias estremecedoras.
De un lado los que con sus gritos tratan de vender la idea que formar parte es lo chic, la nueva onda de representación estudiantil, es marcar la diferencia con los “identidosos”.
Por otro es seguir bajo la insignia, con la misma identidad, porque ellos presumen de haber hecho las cosas bien durante la pasada gestión, todo parece indicar que bajo estas premisas los estudiantes tendrán una difícil decisión.
Esta el tercero en disputa, todos hombres, sin pena ni gloria, más de a fuerzas que de ganas, es el candidato de los que algún día se sintieron correligionarios del cacicazgo estudiantil, hoy más que nunca añoran esos años de gloria cuando todo se compraba. En estas campañas todos tienen cámara fotográfica hasta en los celulares, la tecnología les ha jugado una mala pasada.
Él es Hugo Barragán, le apodan el Bieko sin explicación alguna de su pseudónimo, es integrante de los Forma parte, de “los rojos lavabaños” como los llama la oposición, candidato no de unidad porque antes tuvo que fraguar una elección al interior de su grupo, pero eso pocos lo saben, él prefiere pensar en los que se tienen que convencer en las aulas con propuestas, y no en los que se pelean por un puesto.
El otro es Froylan, sedimento óseo de la preparatoria que a sus 19 años parece conformar el inventario de la institución, sin pena ni gloria carga con la pesada tarea de convencer bajo la defensa, es decir, de defender lo indefendible él sabe que sus antecesores no lograron nada nuevo dentro de el cúmulo de infamias que enmarcan al grupo identidad desde ya hace varios años.
Del tercero nadie se acuerda, hizo lo que tenia que hacer cuando lo tenia que hacer, ultimo día de campaña, de una campaña de talonear en 32 salones y tratar de convencer a cerca de un millar de estudiantes, una campaña que no se salio de los parámetros de la normalidad, donde lo sorprendente no fue que en el ultimo día de labores propagandísticas, él, él tercero del que ya nadie se acuerda, se uniera a Froylan al ver como Bieko ganaba adeptos, no eso no sorprendió pues todos sabían que aunque no era de Identidad todos se alineaban bajo las ordenes de Proyecto U, la gran organización, no, lo verdaderamente sorprendente seguiría dos días después.
A un día de efectuarse uno de los hechos más lamentables en los 32 años de historia de una de las escuelas más prestigiosas al interior de la Universidad de Guadalajara, se vive el día muerto, que de muerto no tiene nada.
Todos los integrantes de los dos equipos que decidieron competir, se ausentan de sus clases para ir a buscar adeptos al por mayor, sin saber que la mejor manera de simpatizar con alguien es siendo cómplice en la compleja tarea de escuchar una clase en tan calurosos días y aun más cuando la tentación de ir a beber una cerveza al 2x1 esta al cruzar la calle.
Sin ánimos de continuar, Froylan decide no hacer más campaña en un día como estos, decide esconderse bajo los mantos del calor humano que su novia le brinda, y mientras los naranjas buscan bajo las piedras el control de algo que parecía desbordarse, las esquirlas del amor son vaciadas en un escondite muy conocido, al que los intendentes han apodado con un rayón en un bote de basura que dice “el rincón de los enamorados” con el fin de saber donde situar el recipiente.
Los rumores del que pasara mañana han comenzado, se acerca la hora de despedir al turno y dar la bienvenida a su secuencia, el nocturno, que como pocos dentro de la Universidad, es una especie en peligro de extinción gracias a la llegada del bachillerato a distancia vía Internet. Otra vez la tecnología hace de las suyas.
Froylan decide dejar los calores maritales por un rato mientras Hugo le hace sombra en el zaguán de la escuela, un hasta pronto acompañado de no se te olvide venir mañana a los peores enemigos son el producto básico de lo que se veía venir, mira que eso de andar invitando a los menos queridos llevaba ya nombre y firma. Y así nos hizo saber Froylan.
*
Eran minutos antes del atardecer en su escuela, la escuela de todos como se lo hacia saber la reglamentación de las escuelas publicas, y hubiera sido mejor que ese día no estuviera en el lugar preciso a la hora correcta. Cuando muchos votaban el se ponía nervioso. Sus contrincantes denotaban tranquilidad contra la impaciencia de ex representantes estudiantiles. Muy pronto se vería qué fue lo que ocasiono que toda la preparatoria se cimbrara para que la violencia corriera por los pasillos que parecían desiertos. La explosión que nos dejaba sin salida.
Visitas no muy bien recibidas fueron las de personas ajenas al plantel, se comenzaba a pensar en las conciencias perturbadoras de aquellos cuya misión era el absolutismo protegido por el miedo. Una presidenta que rompió record`s en un turno ajeno, aunado a la falta de votantes que hacían congeniar que los predecesores caldearían los ánimos a punto de ebullición.
Urnas que iban de aquí para allá buscando salones con clases, listas de repetidores que ya habían votado en el turno ajeno, alumnos que no se habían sentado ni siquiera a escuchar una clase en todo el mes y medio que llevaba de recorrido el calendario escolar, iban formando las discrepancias que hacían convertirse en pólvora pura para el chasquido que todos esperaban y que nadie se imaginaba.
Faltan 7 minutos para las 18:00 horas, los candidatos que fueron escondidos en un mismo lugar deciden que los que tenían que votar ya lo hicieron, por consiguiente es hora de contar y hacer democracia. Amigos recomiendan a Hugo no salir, al fin y al cabo si ganaba o perdía todo quedaría asentado en las actas de escrutinio. El peor momento esta a punto de ocurrir.
El “Panda”, ex presidente del cacicazgo de antaño, llega esbozando una sonrisa invitándonos a salir a todos los ahí reunidos, especialmente al “bieko” bajo la frase “ni modo que no veas como ganas” insinuando que todo saldría bien.
Se reúnen en el pasillo principal, a un costado de las nuevas mamparas, tres escritorios que son rodeados con butacas alrededor usando cinta adhesiva como señal de “prohibida la entrada”. Impacientemente se abren al mismo tiempo las tres urnas que fueron utilizadas para igual número de módulos. Cada escrutador va recogiendo sus votos para el final contabilizarlos.
De repente y entre la multitud se comienzan a acomodar en círculos de cuatro personas rodeando los escritorios jóvenes de actitud retadora viendo a una persona. ¡Bieko!, ¡froylan!, ¡identidad!, ¡forma parte! se escucha de las personas que separan los votos. La contienda se ve reñida en 2 de 3 urnas, la última, la de los quintos y sextos, se ve una clara ventaja sobre los comandados por Bieko.
Los jóvenes no han perdido la mirada sobre ese personaje de 28 años que dice ser secretario de la FEU, lo conocen como el Palas, por su apellido Palacios. Regordete, alto y de muchas agallas observa como se desarrolla el conteo. Sin mas ni mas levanta la mano, como invocando a los dioses del olimpo, chasquea los dedos al tiempo que grita ¡ya valió madre! Haciendo la chispa y esperando que esos jóvenes sean la dinamita que se piensa que son.
El primero de ellos corre al escritorio, toma la urna y la estrella contra el suelo, dejando de lado la expresión de los votantes; toma un pedazo de acrílico del suelo producto del impacto de la urna y amenaza con hundirlo sobre el primero que se venga encima a tratar de defender los votos. Al mismo tiempo los chicos dinamita se abalanzan sobre Hugo, que al verse atrapado retrocede; Adán compañero suyo lo toma de la playera pero no lo alcanza a rescatar del manazo que suelta un dinamita y que hace que se estrelle su cabeza contra un cristal que estalla , las vitrinas ahora ya no son tan nuevas. Algunos estudiantes esperando conocer a su nuevo presidente observan defraudados la guerra campal y como su elección queda reducida a simples boletas que conforman la alfombra del coliseo
Gritos de mujeres, butacas voladoras, directivos aventados, un candidato golpeado, puñetazos y mentadas de madre se ven desde la oficina de la oficialía mayor donde soy yo el que llama a los cuerpos de seguridad. Todos escapan de la democracia y los candidatos no entienden porque fueron ellos.
Nadie entiende porque paso lo que tenia que pasar, incivilidad política hormigueó por los pasillos de la preparatoria. Un Froylan que desistió pues se canso de defender lo indefendible, un collarín que dejo rastro de que Hugo es presidente por know out técnico y donde hoy, un día después, la boletas con la elección de cada estudiante se encuentran tiradas a lado de los cristales manchados de algo muy parecido a la sangre. Nadie quiere democracia, le temen.
Eran minutos antes del atardecer en su escuela, la escuela de
todos como se lo hacia saber la reglamentación de las escuelas publicas, hubiera
sido mejor que ese día no estuviera en el lugar preciso a la hora correcta.
Cuando muchos votaban él se ponía nervioso. Muy pronto se vería qué fue lo que
ocasiono que toda la preparatoria se cimbrara para que la violencia corriera por
los pasillos que parecían desiertos.
Es el mes que marca el inicio del otoño, pero también el que establece la sustitución de los representantes estudiantiles a lo largo de toda la jurisprudencia universitaria como dicen los estatutos generales de una organización que nació para eliminar las practicas viciadas de su predecesora, la FEG, pero que quien la compone no es mas que una logia de personas que no entendieron que el debate y la impulsión de ideas sirve mas en tiempos contemporáneos que las macanas y las encerronas.
Día quince del mes que se describe, de un año que muchos no queremos recordar pero que es inefable a la historia de la quinta preparatoria de la Universidad de Guadalajara; en el aire se huele una tranquilidad áspera, el ambiente se ve involucrado por antecedentes que enmarcan tensión.
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Minutos después de pasadas las 12 de la tarde, en un turno ajeno a la naturaleza del vespertino, se declara ganadora a la candidata de “los rojos” quien seria la primera presidenta de esa preparatoria en un turno donde el machismo de los antecesores habían mermado la representación de los cerca de dos mil integrantes estudiantiles que atiborran las 32 aulas del plantel educativo.
Flash Back. Fiestas derivadas de persecuciones mercadotécnicas a escolares, ganancias generosas donde los bolsillos de los presidentes y de su comitiva se hinchaban de papel moneda sin que nadie supiera donde paraba su dinero, suspensión de clases, trafico de calificaciones, uso mal intencionado de un salón al que le apodaban “el cuartito del comité” que servia como el mas pueril de los moteles de paso, elitismo puro para poder entrar a tan semejante barbarismo dentro de una institución educativa donde las sociedades de alumnos se asemejaban mas a una organización secreta donde los rufianes sí existen, organización encarnada en los cerca de diez años que tenia esa expresión denominada identidad dentro de la preparatoria No. 5.
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Las miradas fulminan a cada uno de los candidatos, los atosigan, su privacidad la cambiaron por popularidad, las cámaras se vuelcan ante ellos pero más sobre sus equipos, están dispuestos a denunciar con pruebas en la mano cualquier intento de trampa; ni regalar playeras, ni tratar de comprar votos como en antaño estaba permitido, pues según la Federación de Estudiantes Universitarios, hoy se vota por propuesta y no a cambio de dadivas.
No se recuerda a nadie de los votantes que hubiera cuestionado alguna propuesta, ni los comos ni los porqués, más al contrario, aun zumban en los oídos el vota por mi amigo que al cabo es el mas desmadroso.
Tres días antes, el trío de candidatos registrados ejercían su liderazgo, es decir, hacían lo mejor que saben hacer, esbozar una sonrisa, atender el buenas tardes, militarizar con discursos y arengas a sus lacayos, visitar cada una de las aulas, y sobre todo, ausentarse de sus clases para intentar ser el representante de los que se quedan queriendo aprender.
Sin muchas sorpresas todo parece andar como de costumbre, unos cuantos gritos a medida que pasan las horas, las porras que alientan al compañero y que desfasan al contrincante, las playeras de colores rojas y naranjas que identifican a cada quien, unos con las mismas propuestas que los otros pero con diferencias estremecedoras.
De un lado los que con sus gritos tratan de vender la idea que formar parte es lo chic, la nueva onda de representación estudiantil, es marcar la diferencia con los “identidosos”.
Por otro es seguir bajo la insignia, con la misma identidad, porque ellos presumen de haber hecho las cosas bien durante la pasada gestión, todo parece indicar que bajo estas premisas los estudiantes tendrán una difícil decisión.
Esta el tercero en disputa, todos hombres, sin pena ni gloria, más de a fuerzas que de ganas, es el candidato de los que algún día se sintieron correligionarios del cacicazgo estudiantil, hoy más que nunca añoran esos años de gloria cuando todo se compraba. En estas campañas todos tienen cámara fotográfica hasta en los celulares, la tecnología les ha jugado una mala pasada.
Él es Hugo Barragán, le apodan el Bieko sin explicación alguna de su pseudónimo, es integrante de los Forma parte, de “los rojos lavabaños” como los llama la oposición, candidato no de unidad porque antes tuvo que fraguar una elección al interior de su grupo, pero eso pocos lo saben, él prefiere pensar en los que se tienen que convencer en las aulas con propuestas, y no en los que se pelean por un puesto.
El otro es Froylan, sedimento óseo de la preparatoria que a sus 19 años parece conformar el inventario de la institución, sin pena ni gloria carga con la pesada tarea de convencer bajo la defensa, es decir, de defender lo indefendible él sabe que sus antecesores no lograron nada nuevo dentro de el cúmulo de infamias que enmarcan al grupo identidad desde ya hace varios años.
Del tercero nadie se acuerda, hizo lo que tenia que hacer cuando lo tenia que hacer, ultimo día de campaña, de una campaña de talonear en 32 salones y tratar de convencer a cerca de un millar de estudiantes, una campaña que no se salio de los parámetros de la normalidad, donde lo sorprendente no fue que en el ultimo día de labores propagandísticas, él, él tercero del que ya nadie se acuerda, se uniera a Froylan al ver como Bieko ganaba adeptos, no eso no sorprendió pues todos sabían que aunque no era de Identidad todos se alineaban bajo las ordenes de Proyecto U, la gran organización, no, lo verdaderamente sorprendente seguiría dos días después.
A un día de efectuarse uno de los hechos más lamentables en los 32 años de historia de una de las escuelas más prestigiosas al interior de la Universidad de Guadalajara, se vive el día muerto, que de muerto no tiene nada.
Todos los integrantes de los dos equipos que decidieron competir, se ausentan de sus clases para ir a buscar adeptos al por mayor, sin saber que la mejor manera de simpatizar con alguien es siendo cómplice en la compleja tarea de escuchar una clase en tan calurosos días y aun más cuando la tentación de ir a beber una cerveza al 2x1 esta al cruzar la calle.
Sin ánimos de continuar, Froylan decide no hacer más campaña en un día como estos, decide esconderse bajo los mantos del calor humano que su novia le brinda, y mientras los naranjas buscan bajo las piedras el control de algo que parecía desbordarse, las esquirlas del amor son vaciadas en un escondite muy conocido, al que los intendentes han apodado con un rayón en un bote de basura que dice “el rincón de los enamorados” con el fin de saber donde situar el recipiente.
Los rumores del que pasara mañana han comenzado, se acerca la hora de despedir al turno y dar la bienvenida a su secuencia, el nocturno, que como pocos dentro de la Universidad, es una especie en peligro de extinción gracias a la llegada del bachillerato a distancia vía Internet. Otra vez la tecnología hace de las suyas.
Froylan decide dejar los calores maritales por un rato mientras Hugo le hace sombra en el zaguán de la escuela, un hasta pronto acompañado de no se te olvide venir mañana a los peores enemigos son el producto básico de lo que se veía venir, mira que eso de andar invitando a los menos queridos llevaba ya nombre y firma. Y así nos hizo saber Froylan.
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Eran minutos antes del atardecer en su escuela, la escuela de todos como se lo hacia saber la reglamentación de las escuelas publicas, y hubiera sido mejor que ese día no estuviera en el lugar preciso a la hora correcta. Cuando muchos votaban el se ponía nervioso. Sus contrincantes denotaban tranquilidad contra la impaciencia de ex representantes estudiantiles. Muy pronto se vería qué fue lo que ocasiono que toda la preparatoria se cimbrara para que la violencia corriera por los pasillos que parecían desiertos. La explosión que nos dejaba sin salida.
Visitas no muy bien recibidas fueron las de personas ajenas al plantel, se comenzaba a pensar en las conciencias perturbadoras de aquellos cuya misión era el absolutismo protegido por el miedo. Una presidenta que rompió record`s en un turno ajeno, aunado a la falta de votantes que hacían congeniar que los predecesores caldearían los ánimos a punto de ebullición.
Urnas que iban de aquí para allá buscando salones con clases, listas de repetidores que ya habían votado en el turno ajeno, alumnos que no se habían sentado ni siquiera a escuchar una clase en todo el mes y medio que llevaba de recorrido el calendario escolar, iban formando las discrepancias que hacían convertirse en pólvora pura para el chasquido que todos esperaban y que nadie se imaginaba.
Faltan 7 minutos para las 18:00 horas, los candidatos que fueron escondidos en un mismo lugar deciden que los que tenían que votar ya lo hicieron, por consiguiente es hora de contar y hacer democracia. Amigos recomiendan a Hugo no salir, al fin y al cabo si ganaba o perdía todo quedaría asentado en las actas de escrutinio. El peor momento esta a punto de ocurrir.
El “Panda”, ex presidente del cacicazgo de antaño, llega esbozando una sonrisa invitándonos a salir a todos los ahí reunidos, especialmente al “bieko” bajo la frase “ni modo que no veas como ganas” insinuando que todo saldría bien.
Se reúnen en el pasillo principal, a un costado de las nuevas mamparas, tres escritorios que son rodeados con butacas alrededor usando cinta adhesiva como señal de “prohibida la entrada”. Impacientemente se abren al mismo tiempo las tres urnas que fueron utilizadas para igual número de módulos. Cada escrutador va recogiendo sus votos para el final contabilizarlos.
De repente y entre la multitud se comienzan a acomodar en círculos de cuatro personas rodeando los escritorios jóvenes de actitud retadora viendo a una persona. ¡Bieko!, ¡froylan!, ¡identidad!, ¡forma parte! se escucha de las personas que separan los votos. La contienda se ve reñida en 2 de 3 urnas, la última, la de los quintos y sextos, se ve una clara ventaja sobre los comandados por Bieko.
Los jóvenes no han perdido la mirada sobre ese personaje de 28 años que dice ser secretario de la FEU, lo conocen como el Palas, por su apellido Palacios. Regordete, alto y de muchas agallas observa como se desarrolla el conteo. Sin mas ni mas levanta la mano, como invocando a los dioses del olimpo, chasquea los dedos al tiempo que grita ¡ya valió madre! Haciendo la chispa y esperando que esos jóvenes sean la dinamita que se piensa que son.
El primero de ellos corre al escritorio, toma la urna y la estrella contra el suelo, dejando de lado la expresión de los votantes; toma un pedazo de acrílico del suelo producto del impacto de la urna y amenaza con hundirlo sobre el primero que se venga encima a tratar de defender los votos. Al mismo tiempo los chicos dinamita se abalanzan sobre Hugo, que al verse atrapado retrocede; Adán compañero suyo lo toma de la playera pero no lo alcanza a rescatar del manazo que suelta un dinamita y que hace que se estrelle su cabeza contra un cristal que estalla , las vitrinas ahora ya no son tan nuevas. Algunos estudiantes esperando conocer a su nuevo presidente observan defraudados la guerra campal y como su elección queda reducida a simples boletas que conforman la alfombra del coliseo
Gritos de mujeres, butacas voladoras, directivos aventados, un candidato golpeado, puñetazos y mentadas de madre se ven desde la oficina de la oficialía mayor donde soy yo el que llama a los cuerpos de seguridad. Todos escapan de la democracia y los candidatos no entienden porque fueron ellos.
Nadie entiende porque paso lo que tenia que pasar, incivilidad política hormigueó por los pasillos de la preparatoria. Un Froylan que desistió pues se canso de defender lo indefendible, un collarín que dejo rastro de que Hugo es presidente por know out técnico y donde hoy, un día después, la boletas con la elección de cada estudiante se encuentran tiradas a lado de los cristales manchados de algo muy parecido a la sangre. Nadie quiere democracia, le temen.


1 comentario:
me hiciste recordar viejos tiempos de la prepa q por causa del adrian me involucre en eso de la polak estudiantil.....q bien q eso no paso a mayores. te aferras mi kisi sigue asi de cabron en eso de la escribida.....se te estima. Atte Juan A. Garcia!!!!!
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