Por Omar Garcia.
Estimado Mario Marín “my gober precioso”:
Lo hicieron, te ganaron el puesto de hocicón. Suele pasar cuando se tienen aspiraciones presidenciales y a falta de argumentos en acciones de gobierno, se trata de robar cámara y rebasar por la derecha. Así lo hicieron en las campañas mediáticas del 2006, y ahora con unos cuantos alcoholes de más, no solo se te va la lengua como gobernante, sino también la billetera. Eso paso en mi tierra, tierra de hombres cobardes en los puestos públicos, que no sostienen lo que dicen y que de buenas a primeras, solo por pensar diferente, me mandan a las “cocas”.
Eso pasó, lo lamento tanto que ya no seas el ídolo de Salgado Macedonio ni del Míster Pollo de la Web, lamento ser gobernado por un brabucón al cual no me toco elegir. Lamento de verdad que hayas sido tú el destinatario de esta epístola, pero ya no tengo confesor, se ha vendido por unos cuantos centavos. Lamento tanto tener que embarrarte en este asunto pero la culpa no es mía, sino de aquel sistema donde tener poder sea más importante que las leyes y que por eso te hayan absuelto al igual que mi gobernante busca absolución con una simple disculpa.
El gober precioso serás siempre tú, pero por un segundo te pido que le des la oportunidad a Emilio de ser nuestro gober barbaján. El sabrá compen$arte.


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