El viaje

Por.- Diego Chavez. Estudiante de agronomía UdG

Tengo preparado mi equipaje, desde hace días, resolví decidir el destino de mi viaje hasta el día de partir, todo esta preparado, no dejo pendientes, ni asuntos inconclusos.

No por que me importe pero advertí en mi casa que me ausentaría, no di muchas explicaciones porque no las requieren, no es que comparta el modus vivendi, de mejor pedir perdón que permiso, incluso ni siquiera esperan alguna, solo es precaución para que nadie arruine mi viaje. Lo mas difícil de planificar mi viaje fue todo este tiempo, pensar a donde iría, es tan extenso el universo, que el par de días que escogí no alcanzaran para nada, igual, lo importante es dejar de hacer rodeos y emprenderlo.

Tantas palabras de preámbulo, solo para decir me largo a viajar, porque no contengo las ganas de alejarme un poquito de la perniciosa existencia de la humanidad, y respirar una vez mas, el aire puro de los cielos eternos. Para alcanzar eso, no se requiere mas que de pocos artículos, tres latas de atún, unas frutas que de seguro fueron cortadas con la explotación de michoacanos en un estado ajeno al suyo, no importa, su sudor y sufrimiento las dota de ese sabor exquisito que solo se encuentra en los manjares mexicanos, y solo porque no hay tiempo, si quisiéramos, podríamos darnos el lujo de hacerle saber al imbecil que lleva a su mesa dicho fruto sin conocer todo el dolor que costo, que es orgánica, eso quizá, en el hipe rama, superrama, demás cadenas de autoservicios que terminen en “ama” hará sentir satisfechos a quienes colindan en dichas colonias tan bien acomodadas, aun concientes que no podrían definir con exactitud que es un producto orgánico. Sin embargo, si lo pagarían.

Sin darme cuenta mi viaje ya había comenzado, y todavía no me trago el primer acido, sera como ya lo había hablado muchas veces con otros camaradas de kremlin de drogadictos, ya me quede en el viaje, buen trip el de las cosechas que no valoramos, no quiero hondar mas en el tema, quizás me costaría mas trabajo auto flagelarme acerca de quienes cosechan la mota, y la culpa vendría sola, dado que esa es en realidad en la que menos pienso siempre y cuando tenga un churro listo.

Habiendo necesitado cambiar de párrafo para identificar donde me perdí, estábamos en… las provisiones que llevaba para mi atrincheramiento mental, un zubba de dos litros, galletas saladas, un tubo de oreo, no vaya a ser que a los barros se les ocurra abandonarme en un par de días, una cobija que le robe a mis perros, nadie la extrañara, mas que ellos, hubiera sido mas justo quitársela a mi hermana, pero ¿quien dijo que el mundo es justo? (sin llorar), un gameboy, había que volar a gusto, nutrir el ocio es mas importante que un desayuno en compañía del tigre toño, un ipod, no se puede tripear a placer sin música, un rollo de papel higiénico, (no necesita explicación) veinte pesos para el 632 y el 629 que necesito para llegar a la primavera, lugar donde hice la reservación, amplio sitio cubierto de hectáreas de bosque y ejidatarios panzones que hacen todo lo posible por poder vender sus pedazos de tierra, herencia de la revolución, ahora conservados con títulos apócrifos, los cristeros nunca estuvieron donde en verdad se ocupaban, (culeros) y lo mas importante de todo, los ajos, suficientes para valer madre como syd barret, pero me da pena morir así sin el respeto de nadie, así que solo usare los que me permita mi miedo al costo del funeral por la crisis económica que pasa mi familia, ( hace algunos días mientras mi mama comentaba lo difícil de la economía, me burle diciéndole ¿imagina si hubiera ganado el PRD, estaríamos peor no, si no me quito con reflejos de cocainómano, me hubiera aflojado la mandíbula con el zarpaso que tiro).

Camine lo suficiente, cuantos envases de big cola tirados hay, que loco que si cualquier hijo de Juan delachingada, muere aquí, tardara más tiempo en desintegrarse su creación como hombre, que el mismo cuerpo que ocupo durante la producción de su lujito.

Encontrada la sombra idónea, me acomodo, me reenculo en el suelo, para recargar mi tronco contra el de el árbol, un trago de zubba antes de colocar la primera lamina, pensando en mi monologo de pensamientos que precedió tan simple acción, viene un trago mas de zubba y una segunda lamina; mismo pensamiento, mismo buche, misma lamina, solo queda pensar a donde quiero ir hoy, ¿Qué pendejo llego a pensar que el mundo es pequeño? Aa, ya se cuales, católicos que nunca se drogaron, solo ellos dirían semejantes idioteces.

Ya todo esta listo para partir, ya se siente el despegue listo, y en un arrebato de valor me atasco las otras cinco laminas en la boca, el avión, se siente pesado al enfilar el vuelo, siento que va sobre cargado, y que esto, me llevara lejos, pero de ningún modo, será un vuelo redondo.